¿Qué son los cólicos y cómo tratarlos?
Los cólicos son un cuadro de causa desconocida caracterizado por un llanto del bebé excesivo y sin motivo aparente. En general, ocurre en menores de cuatro meses, donde la cara del bebé enrojece, levanta las piernas y tiende a recogerse en posición fetal y tiene un llanto diferente al del hambre o al de sentirse solo. Un vez que se detiene el dolor, persisten dolores y sollozos, y tiende a mostrarse incómodo cuando llega la hora de dormir.
Los doctores tienden a diagnosticar los cólicos basándose en la regla de tres:
1. Tu bebé está llorando por lo menos tres horas de corrido
2. Esto sucede por lo menos tres días a la semana
3. Continúa por al menos tres semanas seguidas
Aunque no se sabe exactamente qué causa los cólicos, sí hay algunas teorías, como un sistema digestivo inmaduro, una sobre estimulación de los sentidos, intolerancia a la lactosa o reflujo.
Mucho se ha vinculado con los gases en indigestión. Tanto los niños alimentados con leche materna como los que reciben leche de fórmula pueden sufrir una ingesta excesiva de aire al succionar la mamadera o el pecho. Para evitar esto es bueno generar pausas cuando lo estés amamantando y después de 3 o 5 minutos en la toma del niño ayudarlo a botar el aire que puede tener. Es bueno también repetir esto al final de darle la leche. A los niños que se alimentan con leche artificial es aconsejable revisar el chupete de la mamadera y asegurarse que funcione bien.
Otra cosa fundamental es que la inclinación de la mamadera sea la justa para que se llene de leche y caigan unas cuantas gotas con facilidad y sin esfuerzo en unos pocos segundos. Existen mamaderas especiales para evitar que tu bebé ingiera aire y así evitando los molestos cólicos.
Para tratar los cólicos es fundamental hablar con el pediatra en los controles de salud. De esta forma podrás enfrentar mejor los cólicos y aceptarlos como parte de un proceso normal del crecimiento del niño.
Destacado: Los bebés normalmente superan los cólicos entre las 10 y 12 semanas.